Este hotel ofrece diversión para todos los gustos: los cachorros corretean y a los gatos les encanta el árbol para rascar. ¿Y quién se atreverá a subirse al columpio? La cobaya ya está muy ocupada con el pequeño balancín. Cuando los animales ya se han cansado de los elementos de juego, la cuidadora simplemente los desmonta y los vuelve a montar de otra forma. ¡Así nadie se aburre!